El último viaje de Tisbea (Reseña)

    Título: El último viaje de Tisbea

    Título original: El último viaje de Tisbea

    Saga: No

    Autores: Rafael Avendaño y Juan Gallardo

    Editorial: Versátil

    Nº Páginas: 256

    Precio: 16,50 €

Tisbea tiene 22 años, agarra un berrinche si no le compran un helado de pistacho, tiene que cruzar una puerta tres veces antes de pasar al otro lado, y jamás ha besado a un chico. David ha intentado suicidarse varias veces. Está ingresado en un centro psiquiátrico. David y Tisbea son amigos, por eso Tisbea se ha propuesto encontrarle a David una razón para vivir, pero fracasa una y otra vez. El problema es que el autismo de Tisbea no le permite percibir el mundo como los demás.
El último viaje de Tisbea es una tierna y emotiva historia de superación que nos recuerda que la respuesta a “¿para qué vivir?” está más cerca de lo que creemos.

Tisbea es una chica que no percibe el mundo como la mayoría, debido a su autismo no termina de comprender muy bien los actos de los demás ni muchas de sus palabras, pero pone todo su esfuerzo en intentar aprender cuándo los demás hablan de forma irónica o cuándo debe callarse porque la pregunta que le han hecho no debería tener contestación. Por ello siente que todo es mucho más complicado de lo que debería ser, o más bien que la gente "corriente" tiene demasiadas normas no escritas y quebraderos de cabeza, cuando en realidad tendrían que estar felices con la suerte que tienen en la vida. Y eso es algo que me ha fascinado de esta protagonista y su punto de vista tan particular, pues aunque no logre comprender a la sociedad tal y como la conocemos, tiene unos pensamientos tan sencillos e inocentes que nos enseña que muchas veces nos obcecamos en algo o le damos vueltas a cosas que en realidad no tienen tanta importancia.

Rafael Avendaño y Juan Gallardo

Tisbea no solo es una chica con una mente brillante, que controla las matemáticas a la perfección y que además le encanta hacer tablas de excel, sino que es una luchadora más a la que le ha tocado vivir su vida de una forma distinta a los demás. El "problema" llega cuando muchas veces eso entra en conflicto con lo socialmente aceptado y son su familia y amigos los que se sienten defraudados con ella o heridos por su comportamiento, cuando ella no puede evitar salirse las normas que ha creado su cabeza como ir tal día a comerse un helado o tener que estar en un sitio determinado a cierta hora concreta. Y es que cuando la obligan a cambiar una de sus rutinas o normas propias, colapsa y no puede evitar chillar o llorar.

Creo que gracias a esta novela podemos ver de una manera perfecta como son capaces de enfrentarse o actuar varios tipos de personas ante una enfermedad mental como esta. Pues en este libro nos encontramos con distintos ejemplos, desde el padre que no acepta a su hija y se averguenza de ella, pasando por la hermana que se siente cansada de tener que lidiar con sus problemas sin importancia, hasta la madre, que aunque sufre como la que más, intenta ponerse en la piel de su hija y hacer que disfrute de la vida pese a los problemas que se le puedan presentar.

Me ha parecido sencillamente fantástico poder ver desde el punto de vista de Tisbea como los demás actúan de una forma, cuando en realidad lo están haciendo de otra, ya que ella no concibe que lo que haga genere un problema para sus seres queridos o que sus pataletas hagan tambalearse a los demás. Porque como he dicho, Tisbea es un personaje limpio y puro que además nos saca más de una sonrisa con su inocencia y su manera de intentar comprender a los demás según como le han enseñado, analizandolo todo pese a que muchas veces este análisis le haga irse por las ramas y desconectar.

Por otro lado, aparte de su trabajo en una empresa, se dedica a ir de vez en cuando a un centro psiquiátrico a ayudar a varios pacientes a intentar superar sus problemas, pues debido a su falta de empatía y a que no le afecten las cosas, es la persona idónea para hablar con ellos. Y es así como conoce a David, un chico internado allí por su tendencia al suicidio que le ha puesto un gran reto, que le encuentre al menos una sola razón para seguir viviendo que pueda hacerle cambiar de opinión. Lo que nos trae todo tipo de diálogos subrealistas a la vez que fantásticos entre ambos.

Si tengo que ponerle una pega por la cual el libro no ha obtenido el diez absoluto es el giro tan grande que da la historia hacia la mitad de la novela y que cambia por completo todo lo que me gustaba de la novela. Creo que me hubiera gustado que los acontecimientos se desarrollaran de otra manera aunque una vez que empiezas a aceptarlo, tampoco está tan mal el giro que da la trama, ya que nos muestra otra parte de la dura realidad que es encontrarte con este mundo tan imperfecto. Y en este punto os quiero pedir que no leáis la sinopsis de la contraportada antes de leer la historia (yo le he quitado una frase a la que aparece aquí) pues desvela demasiadas cosas que creo que es mejor ir descubriendo poco a poco.

En definitiva, nos encontramos ante una novela de esas que es muy difícil olvidar y que se hacen con un hueco privilegiado en la estantería. La protagonista es sin duda alguna el punto fuerte de la historia y tengo que decir que ha conseguido robarme el corazón, pues en ella la palabra especial solo tiene connotaciones positivas. Además también encontramos todo tipo de reflexiones sobre la vida, la amistad y el amor, sin olvidar que la lectura es muy ligera. Por tanto desde aquí espero que le deis una oportunidad a Tisbea y su historia, pues merece con creces ser leída.


Amor: ****
Misterio: ****
Agilidad: ****
Acción: ***
Trama: ****

Nos leemos.