El fin de los sueños (Reseña)

    Título: El fin de los sueños

    Título original: El fin de los sueños

    Saga: No

    Autores: Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina

    Editorial: Plataforma Neo

    Nº Páginas: 378

    Precio: 17,00 €

Dormir ha pasado a la historia en Ciudad Resurrección. Gracias a un sofisticado proceso que se creó durante la guerra, ya nadie malgasta ocho horas diarias en el descanso. Pero el cerebro humano sigue necesitando soñar. Por eso, una red controlada por el Gobierno elabora sueños artificiales, según las necesidades del inconsciente de cada individuo, con el fin de poner a punto la mente en pocos minutos.
Una misteriosa joven aparece en los sueños de dos chicos muy diferentes: Ismael es el hijo de un artesano onírico clandestino de los suburbios; Anna es una privilegiada que vive en las alturas de la ciudad, hija de una importante burócrata. La joven les suplica que la salven, que la liberen de la oscuridad. Anna e Ismael se sienten inmediatamente atraídos por ella, y pronto descubren que no han sido los únicos que han recibido esas enigmáticas visitas. Pero ¿existe esa chica en el mundo real?
Solo hay una manera de averiguarlo: adentrarse en el mundo onírico, donde no sirven las leyes de la lógica y la imaginación es la única vía para sobrevivir.

Como bien dice la sinopsis, dormir ya no es una necesidad, y ahora las personas solo necesitan una hora de sueños para tener su mente abierta y descansada. Y esto se consigue gracias a los sueños artificiales, que están programados para ofrecer un sueño cómodo y relajante que consigue activar todas tus energías.

El mundo de los sueños es un lugar muy complejo y es por ello que hay personas que pueden manipular su código a su antojo para ofrecer los sueños más realistas, los más picantes o los más aterradores, con solo programarlos específicamente. Aunque desde que un hombre pirateó el sistema provocando la muerte de miles de personas, los sueños programados están completamente prohibidos.

Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina

Aunque estén prohibidos oficialmente, sigue habiendo lugares clandestinos donde poder comprar el tipo de sueño que desees. Y a eso es a lo que se ha dedicado toda su vida el padre de Ismael, a programar sueños para hacer a la gente feliz. Y ahora es él quien está aprendiendo a programar, para poder llevar el negocio familiar.

Todo va bien hasta que un día se cuela en uno de los sueños de Ismael una chica que le pide auxilio porque dice estar atrapada en el mundo onírico, aunque no le da muchos más detalles antes de despertarse. Es entonces cuando empieza a investigar y se da cuenta de que él no es el único que ha soñado con esa chica, sino que otros cuatro chicos más también lo han hecho y andan buscando respuestas.

Entre ellos se encuentra Anna, una chica que siempre lo ha tenido todo en la vida gracias al trabajo de su madre, pero que anda muy carente de amor y cariño, ya que de su madre nunca se lo ha dado y su vida está demasiado controlada como para que pueda conocer a alguien que pase el filtro que la controla.

También conoceremos a otros personajes como Aaron, el chico que solo tiene un ojo porque nació con una anomalía; Vito, un chaval desconfiado e inteligente que siempre está preparado para cualquier imprevisto; Dominic, al que no conocemos hasta casi terminada la novela; y Sammy, el único amigo de Anna que les ayuda en su búsqueda de la chica presa.

Nos encontramos con el mundo de los sueños donde se supone que todo puede hacerse realidad y la gente puede cumplir sus ansiados deseos. Pero en vez de esta imagen idílica, los autores nos muestran el lado oscuro de los sueños, las pesadillas, creadas por un terrible monstruo que quiere acabar con los sueños felices de la gente para apoderarse de sus almas y controlar el mundo.

Eso quizás es un gran punto a favor del libro, poder introducirte en las peores pesadillas de las personas y sentir su pánico en tu propia piel. Y aunque esto parecía una gran idea, creo que o no ha sabido llegarme del todo o lo ha hecho de manera demasiado light, porque en ningún momento he sentido ese terror que sentían los personajes cuando sabían que el monstruo estaba cerca o que parecía estarles acechando desde las sombras.

Todo lo contrario, el libro me ha parecido mucho más tirando para infantil que para juvenil, ya que no he encontrado, aparte de esas escenas que esperaba, demasiada madurez en los personajes, que me han parecido niños jugando a un juego que no entendían muy bien pero que tenían que ganar si querían salvar el mundo. Y ese es otro punto negativo y es que no me han gustado mucho los personajes ni me he sentido identificado con ninguno de ellos, aunque en realidad tampoco los llegamos a conocer muy bien durante el libro.

Tampoco puedo llegar a decir que sea una lectura ágil, ya que aunque al principio engancha bastante porque no conocemos el mundo de los sueños y lo empezamos a descubrir, una vez que hemos pasado estas primeras páginas, la cosa decae y el ritmo ya no es el mismo, a pesar de que el libro tiene bastantes escenas de misterio y de acción.

A pesar de todo es un libro bastante entretenido que aunque me ha costado un poco leerlo, me ha gustado mucho el mundo onírico y el tema de poder crear sueños y modificarlos a tu antojo. El problema es que me hubiera gustado disfrutarlo un poco más porque la idea era bastante buena, pero bueno, yo os recomiendo que le deis una oportunidad y lo probéis a ver si os gusta. Mientras yo sigo a la espera de leer otro libro de Cotrina porque con este no me he quedado del todo satisfecho.

Amor: **
Misterio: ***
Agilidad: ***
Acción: ***
Trama: ***

Con la colaboración de Plataforma Neo.

Nos leemos.